Durante mucho tiempo este tema de las madres solteras ha sido un tema extremadamente
delicado. En todas las sociedades del mundo y a través de todas las épocas, ha sido duramente
criticado y mal visto, que una joven termine
embarazada
por accidente, y actualmente todavía una parte de la sociedad sigue sin aceptarlo. Además, los
recortes en materia de igualdad y las corrientes ideológicas machistas aún imperantes en algunos
sectores nos convierten a las
madres solteras
en un colectivo en claro riesgo de exclusión. Es más, si no podemos acceder al mercado laboral, si
se nos discrimina en las entrevistas de trabajo y se nos trata con desprecio es también improbable,
por no decir imposible, que podamos acceder a una vivienda y, aún peor, ofrecer a nuestros hijos un
futuro digno. La solución no pasa por políticas sociales que nos mantengan, ni apoyos económicos a
fondo perdido, la única medida justa que nos merecemos es que nos traten con respeto y educación,
que nadie nos discrimine, margine o juzgue con desprecio y superioridad por ser madres y educar
solas a nuestros hijos. Sólo si la sociedad nos ofrece las mismas oportunidades podremos salir
adelante. Quien aún crea que el
feminismo
es un movimiento innecesario y pasado de moda, debería enfrentarse a una entrevista laboral donde
los factores personales cierran puertas, oportunidades y futuro. Eso sí, abren modos de
comportamiento despectivos, maleducados y dolorosos para quien los sufre. |