El sufragio femenino define el derecho al voto llevado a cabo mediante la práctica por parte
de las mujeres, es decir que tienen el derecho legitimo y constitucional para poder votar frente a
las elecciones de cualquier cargo político de la misma manera en que puede ser votado, esta acción
toma en cuenta dos términos el activo, que es aquel que establece quien es apto para poder ejercer
el acto de elegir a través del voto, y por otro lado está el pasivo que hace referencia a aquellos
que están se encuentran en circunstancias aptas y pertinentes, para tener derecho a ser elegidos.
El movimiento global, para propiciar la petición del
derecho al voto femenino
fue impulsado e innovado por todas esas mujeres que crearon un grupo exclusivo del sufragio, fue un
movimiento transformador de índole social, económico y político que fomentaban y apoyaban la
aplicación del sufragio el cual como ya se dijo es el derecho al voto para las mujeres,
intercediendo principalmente por el «sufragio igual» el cual hacía referencia la anulación de la
diferencia de capacidad al acto de votar por género, ocupando el lugar de sufragio actual llamado
también universal el cual se encarga también de eliminar la discriminación ocasionada en primera
instancia a causa de la raza ya que este último era, percibido demasiado moderno durante el inicio
de la protesta por conseguir el sufragio femenino.
Los partidarios del sufragio femenino mayormente formaron parte de diversas
asociaciones, pero que de una u otra manera concebían un mismo objetivo, solo que en cada una
empleaban distintos métodos y técnicas tal es el caso de las sufragistas británicas quienes se
reconocían por una visión más combativa. Algunas sufragistas destacadas fueron Emma Goldman,
Emily Davison, Carmen Karr entre otras. La Alianza Internacional de Mujeres que reivindicaba el
sufragio femenino
fue fundada en 1904 por; Carrie Chapman Catt, Millicent Fawcett y otras
feministas
ubicada en Berlin, por otro lado otros países lograron el sufragio femenino por medio de
instituciones fundadas dentro del Estado, a través de leyes implementadas justamente por mujeres
dentro de la política, tal es el caso de; España con Clara Campoamor, Argentina con Eva Perón o
México con Elvia Carrillo Puerto. Las perspectivas principales de este
movimiento feminista
continuaban siendo los de siempre; introducir a la mujer dentro del campo de trabajo, dentro del
periodo de la I Guerra Mundial, derecho al sufragio, avances educativos, capacitación profesional,
apertura de nuevas perspectivas en el aspecto laboral, la neutralidad de sexos en el entorno
familiar, como elemento de apoyo para no dejar que se originen actos de sometimiento hacia la
mujer, y la doble moral sexual. La innovación llego con la reestructuración organizacional que fue
capaz de liderar el movimiento sufragista en países específicos.
En el periodo de la Primera Guerra Mundial se presento una empobrecida mano de
obra masculina, y fue entonces cuando las mujeres se dieron a la tarea de ejercer ese tipo de
trabajos que en un principio por costumbre era exclusivamente para hombres. Esta situación genero
una especie de resurgimiento de espíritus frente al movimiento de las reales capacidades
feministas,
este antecedente bélico provoco una fractura dentro del movimiento de las sufragetes, de
esta manera se origino una visión determinante representada por la Women's Social and Political
Union (WSPU) de Emmeline y Christabel Pankhurst, desde donde se clamaba por un «cese del fuego», y
además se refugiaban las sufragetes más radicales, respaldadas en la Women's Suffrage Federation
(WSF) de Sylvia Pankhurst, posterior al marxismo, liderada por Marx, por quien deriva su nombre que
animaba a proseguir las oposiciones y rivalidades. Esta última corriente participó con entusiasmo
en las campañas de reclutamiento de la armada, distribuyendo flores en las calles como símbolo de
cobardía, a varones mayores de edad que aún no estaban enrolados en la sociedad. En Reino Unido se
votó dentro del parlamento a favor de la ley Representation of the People Act durante 1918,
dejando establecido el derecho de votar a las mujeres de más de 30 años, con la condición de que
fuesen propietarias de tierras, o bien arrendatarias anualmente con un monto superior a 5 libras o
bien que tuvieran un diplomado dentro de universidades británicas, ahora bien diez años más tarde
la postura electoral se reformo asemejando las condiciones para ejercer el voto entre hombres y
mujeres. Reino Unido fue entonces el país número ocho a nivel mundial en permitir que la mujer
practicara el voto, mientras el pionero en esta acción fue Nueva Zelanda en 1893, gracias a la
labor incansable a nivel mundial, de Kate Sheppard nacida en 1847 en Liverpool, Inglaterra, y
fallecida en 1934 en Christchurch, Nueva Zelanda. En 1902 fue el turno de Australia, y en 1906 lo
hizo Finlandia. En cuanto a Estados Unidos, implementó el voto femenino en 1919, y por su parte
Francia, hizo otro tanto pero hasta 1944, rumbo al fin de la Segunda Guerra Mundial. |